Me subo a la maquina
abrocho bien mis botas y absorbo bien las gotas
de mi cara
ofrezco al dolor una tregua
pactada a la luz del vino
al hastío
engaño con mentiras
que saben decirse
Héroes princesas forasteros ancianos albañiles mariachis
hijos del sueño
pequeños leones en las sillas
el salón es azul
amarillo o blanco
No distingue color la embriaguez
los cuadros se aferran a las paredes
En la barra
tranza el dinero
sin valor
monetario
en la garganta
llenan los vasos
Lento pasa el segundo
pero la voz no lo alcanza
Se hace necesario
dejar palabras que se lean
sueltas palabras en el enjambre
palabras que despierten el letargo
frágiles palabras
que soplen el viento
Es necesario leerse entero
olvidando el análisis
Pierdo la memoria
el vino se acaba
y todo es un todo
pierdo la memoria
la mujer que amo no llega
y todo es un yo
multiplicado.
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