Si pudiera salir de adentro
devorar mi alma
ser yo mismo,
extraerme en lo extremo del cubito dorsal
mirarme los ojos cerrados
lentamente tocar mi cuerpo dormido
ver lo que nadie ve
en cada uno de los mares
sobre las copas de los árboles
bajo los mudos cimientos
desnudar mis pómulos
desvanecer la luz del iris
improvisar momentos,
a pesar de las lágrimas
tatuar todos los montes
respirar todos los cielos
beber todos los ríos
ser yo mismo, mover la coraza
calmar el asco en la copa de vino
caer de pronto, inmóvil,
ser yo mismo,
y no pararme enseguida
esperar el momento
el segundo desvanecido
en un traje de oruga
evitar el regreso
los ojos cerrados se encuentran
y no son los que ven
ni manos las que sienten.
cae la noche
en la orilla de los muertos
ser yo mismo
en el angosto paso.
miércoles, 22 de febrero de 2012
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